martes, 7 de mayo de 2013

Romeo y Cinderella


ROMEO Y CINDERELLA

Adrián era un joven de 14 años, ojos grises y aquellos cabellos negros rizados estaban despeinados, realmente lo tuvo todo de niño y a la vez no tuvo nada, su familia era rica, muy rica quizá demasiado, cumplían todos sus caprichos tanto que llego a no desear nada más, lo comprometieron de muy chico  8 años para ser preciso, aunque le daba lo mismo, era desinteresado en todo lo que hacía, Carmen era el nombre de su prometida, con esos ojos azules y cabello largo y rubio, la única de los 2 que realmente tomaba en serio la situación.
          Al llegar a su edad antes mencionada sus padres cumplieron otro de sus caprichos, ingresar a la escuela, en lugar de que llevaran maestros a la casa, quizá pensó que sería algo interesante, pero nunca se le habría ocurrido lo que estaba a punto de ocurrir.
          Ingresó, pasaron los primeros meses y comenzaba a adaptarse, nadie sospechaba la vida que llevaba, lo veían como un muchacho común y corriente, de promedio regular y lo suficientemente social como para pasar desapercibido. Una tarde paseaba simplemente por ahí, pasaba por las calles, y miraba los varios puestos ambulantes alrededor un día normal hasta que miro aquellos ojos verdes, fue solo un instante en que la mirada que había logrado entrar en su alma y la suya se encontraron, quizá solo una milésima de segundo, pero eso fue suficiente para que la ternura de esos dos jades se grabara en su mente y en su corazón
-¿Qué fue eso?-se preguntó-¿Quién era… ella?- se repitió una y otra vez hasta que opto por perseguirla.
              El busco desesperadamente entre la multitud, pero esos ojos nunca volvieron a aparecer, al menos esa tarde. Aquella noche soñó con el brillo maravilloso que esas joyas tenían y decidió buscarla por todas partes, se prometió no dejar de buscarlos.
              Por la mañana, sentía los ojos pesados tuvo un sueño profundo y aun así no dejo la recuperación suficiente, bajó a tomar el desayuno y se encontró con Carmen, quién mostraba una alegría muy fuerte.
-Adrián-comenzó con su sonrisa
-¿Y ahora que quieres?-le contestó tajante pero ella no parecía importarle
-Quiero decirte que ahora voy en la misma escuela que tu, me harte de las institutrices y decidí ingresar al colegio contigo-le dedico otra sonrisa radiante.
-¡¡¡¡¡ ¿QUEEEEÉ?!!!!!-gritó-¿Pero porque?
-No te preocupes se que nadie conoce tu vida y yo estaré en la clase de al lado- continuaba alegre y radiante.
-Menos mal, solo no te acerques demasiado a mi ¿de acuerdo?-le advertía resignado
-Está bien – le dijo feliz ante la forzada pero positiva aceptación.         
        Entró normal a la escuela, seguía su propio plan y fingía no conocer a Carmen y esta le seguía el juego, llegó al aula y suspiraba y suspiraba por aquel recuerdo, su amigo Juan Pablo, parecido a él solo que de ojos y cabello café, lo notó de inmediato y su burla no se hizo esperar
-¿Ya ti que te pasa?-le comenzó  a decir- ¿Acaso estas enamorado?-río
-Quizá, no sé lo que sea-suspiraba una y otra vez entre cada palabra- no es gusto, claro que no, me han gustado otras antes y no es igual, no sé que sea ni mucho menos quién sea ella, quizá un ángel porque solo la he visto una vez pero lo que sí sé es que el recuerdo de su presencia ha permanecido constante en mi cabeza y en mi corazón.
-Pero vaya que estas raro, pierdes tu tiempo diciendo todas esas cursilerías, el amor es una verdadera tontería, por eso a mí, nunca me has de ver así como estas- le contestaba Juan Pablo al ver los ojos ilusionados de su amigo.
-¿No será que piensas así solo porque Bianca, ni si quiera sabe que existes?-le contestó defendiendo aquel sentimiento tan puro que no podía controlar, el oyente al escuchar esas palabras lo único que pudo hacer era sonrojarse y bajar la mirada-Ya lo suponía yo.                  
-Buenos días jóvenes- entró el profesor en el aula- bien antes de continuar quiero presentarles a una señorita que nos va a acompañar durante todo el ciclo, pasa por favor- el profesor dirigió su mirada hacía la entrada donde una sombra detrás de la puerta yacía inmóvil, hasta que comenzó a moverse.
       Aquellos ojos entraban, se cuestiono sobre si eran ellos o no pero luego se sintió ridículo preguntándose pues esos ojos eran inconfundibles. Una chica de ojos hermosos y cabello largo castaño, con unas cuantas pecas sobre sus mejillas, con un listón lila atado a su cabello, y sus labios rositas.
-Dinos tu nombre por favor-le dijo el profesor a esa chica que hasta ahora era misteriosa.
-A-Amy-dijo algo dudosa y en ese momento Adrián grabo al igual que sus ojos su nombre que para él era el más hermoso.
-Siéntate Amy-le indicó el profesor aquel asiento vacío a lado de su enamorado y esto hizo ponerlo nervioso.
        Amy camino muy despacio hacía el lugar asignado, la clase transcurría y el muchacho no lo deseaba porque pensaba que cada momento junto a esa persona era digno de ser recordado, pero por más que lo intentaba sus ojos no obedecían la orden y se cerraban cada vez más, hasta quedarse profundamente dormido.
-Adriàn-oìa que alguien le llamaba-Adrián, Adrián-una y otra vez pero no hacía caso estaba soñando con Amy hasta que algo golpeo fuertemente su escritorio-Adrián te dije que despertaras-abrió los ojos de brinco, todo exaltado y sin saber donde estaba alzó la mirada y vio el ceño fruncido del profesor moviendo la cabeza de un lado a otro de forma negativa-Adrián ya que tienes tanto sueño, para que se te quité le mostrarás a Amy la escuela-le sorprendió tanto el castigo del profesor que casi se caía de la banca y tiró sus libros al suelo.
-No hace falta maestro-una voz femenina se oyó desde el otro lado del aula-yo le mostraré a Amy la escuela.
-Gracias Bianca, asintió el maestro girando a ver a una muchacha de pelo corto lacio sujetado por un listón en forma de diadema-en cuanto a ti Adrián, te vas a llevar tarea extra a casa- este golpeó la cabeza contra el pupitre y se quejo, Amy simplemente río, y en ese momento también grabó su risa.
          Durante el descanso, Amy se estaba intentando adaptar pero no parecía sentirse muy cómoda.
-¿Qué tienes Amy?-le preguntaba Bianca
-Nada-le contestó- es solo que extraño mi antigua escuela, nada grave en realidad.
-Cuéntame más sobre ti, tu familia tus gustos, o cosas así
-En realidad de mi familia no se puede decir mucho, solo vivo con mi papá que no es mi papá.
-¿Cómo?
-No sé bien mi propia historia pero creo que mi papá nunca se caso y menos cuando yo llegue a su vida, dice que conmigo es suficiente pero yo siento que no es feliz, También dice que un día tocaron a su puerta y cuando la abrió solo oyó mi llanto me encontró en una canasta donde venía una nota con mi nombre ya puesto y cosas así y pues obviamente mamá no tengo.
-Ya veo debiste batallar mucho de niña.
-Así es mi papá trabajaba casi todo el día por suerte es escritor y no tenía que salir de casa pero casi no me prestaba atención y de hecho esta es la tercera vez que nos mudamos.
       Amy y Bianca se hicieron buenas amigas después de platicar sobre diversos temas, Adrián por su parte no dejaba de mirarla, aunque era consciente de que Carmen estaba tratando de estar a su lado desapercibidamente, era algo que no podía evitar.
-¿Qué yenes ahora?- le preguntó Juan Pablo
-Nada-le contestó Adrián- es solo que al fin he encontrado a mi ángel y se llama Amy.
-No me digas que la chica que viste es la nueva.
-Mis sentimientos me obligan a decir que sí.
     Amy, al notar que la observaban giró la cabeza y sus miradas se cruzaron de nuevo
-¿Quién es él?-preguntó al sentir un cosquilleo en su estomagó
-Es Adrián, va en nuestra clase.
-Pero que tonta, como no había visto a unos ojos así, son de un color gris único, y aquella sonrisa capaz de iluminar un cuarto, ¿Cómo pude haber sido tan despintada?
-Esto se está poniendo raro, hace un momento estabas bien, y ahora actúas como si estuvieras….enamorada
-Es que acaso ¿Tu nunca lo has estado amiga mía?- le preguntó
Por supuesto, sin embargo mi amor no es correspondido, a pesar de que quema en mi pecho, se que él nunca notara mi presencia aunque me tope de frente con el- le respondió
-¿Cómo lo sabes?, ¿Acaso te lo ha dicho de frente? ¿Te ha roto el corazón?, o ¿Te ha dicho que no le interesas?-insistía Amy
-¿Cómo sería eso posible? Acaso no te dije que nunca me ha dirigido la palabra
-Entonces no sabes lo que piensa
-Supongo.
       Acabo el descanso y Carmen al volver a su salón escucho sin querer la plática de Juan Pablo y Adrián.
-Entonces ¿Qué harás?- preguntó el amigo
-Tratar de conquistarla por supuesto.
-En serio intentaras eso con Amy
-¿Y porque no?
-Ella no es cualquier chica, y apenas la conoces, ¿crees que te acepte?
-Si dice que no yo seguiré, y seguiré porque yo si peleo por lo que quiero, es lo mismo que deberías hacer con Bianca-Juan Pablo de nuevo se sonrojó.
-Como molestas con eso, es que acaso no ha quedado claro que ella ni si quiera sabe que existo, se que suena ridículo pero eso me ha hecho derramar mares de lagrimas por una amor tan fuerte que no será correspondido jamás.
       Entraron al aula y Carmen, quien estaba escondida  oyendo la conversación comenzó a susurrar con ira.
-¿Y quién es tal “Amy”?, voy a hacer que sepa algo, Adrián es mi prometido y no lo pienso dejar.- dijo furiosa y luego entró a paso firme a su aula.
        Al terminar las clases Amy se dirigió a la biblioteca, iba a tomar un libro y dos manos chocaron, la suya y la de Adrián quien también iba a tomar ese libro.
-Lo sientò-dijò Amy- úsalo tú, yo vendré más tarde- se dio la vuelta y estaba a punto de irse cuando Adrián la detuvo.
-Espera, es lindo tenerte aquí, y creo que podemos leer el libro ¿aceptas?- Amy le dedicó una sonrisa en aceptación y buscaron un lugar para leer juntos, el tiempo transcurrió y Amy caía cada vez más en los lazos de Adrián.
-Amy ¿te han dicho que tienes bonitos ojos?-fue uno de sus halagos
-Gracias, los tuyos también son muy bonitos-le contestó ella sonrojada.      Hubo un momento en que Adrián tuvo que separarse por una llamada telefónica y fue cuando Carmen hizo su aparición.
-¿Tu eres Amy?-le preguntó muy groseramente
- Si ¿porque?- cuestiono ella en forma inocente
-Solo vine a advertirte algo, déjame decirte que Adrián es mío, y no quiero que te le acerques
-Una persona no es propiedad de nadie, una persona decide con quien quiere estar, y es dueña de sí misma, su vida y su destino.
-A quién le importa eso, yo conozco a Adrián desde hace mucho más tiempo que tú.
-¿Y eso influye en…..?
-Ay, ya me harte de ti, simplemente te lo prohíbo- prohibir, era una de las palabras que Amy más odiaba y esta vez contestó a tonó.
-Tú no puedes prohibirme nada, soy dueña de mi vida y hago lo que se me pegué mi regalada gana con ella, le hablaré a Adrián incluso si eso irrita la sangre que corre por tus venas.
-Insolente.
-Insolente ¿yo?, porque aquí la única insolente eres tú, no es mi culpa que lo quiera, que me haya perdido en sus ojos y me quede colgando en su sonrisa, que su forma de ser tan cautivadora me haya atrapado en sus redes, aquí el único culpable es el amor.
-Amor, no me hagas reír, bien sabes que solo vas por la herencia que le espera, a estas alturas ya lo debes de saber-río maliciosamente-Adrián es hijo de una de las familias más ricas de aquí, muy distinto a ti, tú no tienes nada que ofrecerle, eres como cualquier otra chica, además te oír decir en el descanso que aparte de eso, eres huérfana.
-Eso no te incumbe, tal vez sea rico o lo que sea, no me importa mis sentimientos son nobles, también te equivocas al decir que no tengo nada que ofrecerle tengo un amor puro para darle, en cambio tú no tienes nada de valor real.
-¿A no?, pues haber como te viene esto, Adrián es mi prometido desde los 8 años, y tus ridículos sentimientos no compran el sustento de cada día, él y tu nunca estarán juntos, porque no están destinados a eso, porque son de diferentes mundos.
    Amy, no aguantó más, y salió corriendo, no lloró porque no lo deseaba, simplemente se lo guardó muy profundo, su padre al verla decaída le preguntó pero no supo contestar, se encerró en su cuarto y puso las sinfonías en piano que tenía y las reprodujo a todo volumen hasta quedarse dormida al día siguiente.
Durante todo el día evitó el contacto con Adrián cosa que lastimaba mucho a este, Bianca le hizo la plática y Amy se disculpo por lo que había dicho el día anterior referente a su amor imposible, también compartieron algunos comentarios sobre sus gustos musicales, donde le platico sobre las sinfonías que amaba, durante el descanso, Adrián encaró a Amy.
-Amy-le dijo-¿Qué tienes?, ¿porque ayer te fuiste sin decirme nada?
-Te importa- le contento cortante- porque el señor rico comprometido desde los 8 años no tiene por primera vez lo que quiere-
-¿Quién te ha dicho eso?
-Que más da, solo dime es verdad o no- Adrián bajo la mirada.
-Supongo que sí es un poco cierto
-Supones o es cierto, eres un mentiroso no me hables.
      Su plática fue el centro de atención del patio, se enteraron de la vida que Adrián tanto deseaba guardar en secreto y comenzó a expandirse por toda la escuela. Amy y Bianca, platicaban como de costumbre.
-¿Cómo te enteraste de lo de Adrián?
-No quiero hablar de eso
-¿Te vas a rendir?
-Supongo
-No es por desanimarte más pero creo que así es mejor
-¿Ah?
-Bueno es decir, antes de saber todo eso quizá si hubiera podido llegar a pasar, pero él hubiera no existe, es decir, el destino hizo su trabajo, como te explicó, son distantes, distintos, como de dos historias diferentes, tu eres como Cinderella y el es como Romeo , ambos de sentimientos muy nobles pero no destinados a estar juntos. Por otra parte, gracias por fin le hable a Juan Pablo, e iremos esta tarde al centro comercial.
-Me siento muy feliz por ti- Amy trató de sonreír lo más convincente posible, realmente se sentía alegre por su amiga, sin embargo su dolor era más grande que cualquier felicidad.
       Simultáneamente esto pasaba:
-Adrián, ¿Qué explicación me vas a dar ante esto?
-¿Qué quieres Juan?
-Nada, solo saber porque mi “mejor amigo” me ocultaba que era rico
-Porque no quería que nadie lo supiera, mucho menos Amy no se quién rayos le contó, ahora no se qué hacer, he perdido a mi Ángel.
-Así tuvo que pasar, siempre he pensado que las cosas pasan porque así están marcadas, ustedes son distintos, tipo Romeo y Cinderella, no están destinados a estar juntos me entiendes, pero no te desanimes, no quiero que mi ejemplo a seguir este triste
-¿Ejemplo a seguir?
-Si es que tú me enseñaste a luchar por lo que quiero, y ahora Bianca por fin me habló, soy tan feliz.
-Wiii, por ti
-Oye mínimo podrías fingir un poco más de entusiasmo.
Pero no se acabo ahí, al llegar a sus casas ambos recibieron un gran regaño.
-Amy, ben acá- le hablo su padre
-¿Qué ocurre?
-Me podrías explicar, ¿porque estas relacionándote con gente rica?
-¿Eso es malo?
-Por supuesto, hija, no sabes cuánto daño hacen a la sociedad mientras ellos se enriquecen con trucos sucios, a nosotros, que llevamos una vida honrada, con ellos nos empobrecen más.
-Pero papá, que tiene de malo, no todas las personas son así, créemelo.
-Pues si te agrada tanto la gente rica déjame decirte que te he comprometido con uno de ellos.
-¡¡¡¡ ¿QUEEEEÈ? ¿PORQUE?!!!, ni siquiera me preguntaste.
-Como te agrada tanto la gente rica, no pensé que te molestaría, además mínimo me encargue de ver que sea buena persona- Amy al principio pensó que su padre estaba bromeando, pero no era así tenía aquella mirada que ponía cuando hablaba en serio, y esta vez hablaba en serio- Jacobo, entra por favor- a la habitación entro un niño un año más grande que Amy, 15 años cabello color bronce y ojos miel, a pesar de ser bastante guapo, el corazón de ella ya le pertenecía a alguien más- Jacobo, es hijo de la segunda familia más rica de la región, yo conocí a su padre y déjame decirte que es una de las personas más honestas que conozco, la boda será en 4 años.
-Gusto en conocerte, prometida- además era demasiado amable.
       Adrián llegó a su casa, cabizbajo, y la sirvienta le hablo.
-Disculpe joven, sus padres desean verlo en el salón.
-Gracias voy para allá- Camino lentamente, sus papás  lo esperaban con el enojo pintado en el rostro.
-Adrián- su padre tomo la palabra. Pero su madre se podría decir que se la arrebató.
-¡¡¡ME PODRIAS DECIR QUE RAYOS HACÌAS ENAMORANDO A UNA SEÑORITA DE RECURSOS BAJOS!!!
-Amy no es de recursos bajos, tiene un nivel de vida normal.
-Ni si quiera te da pena decir su nombre-su padre dijo decepcionado.
-¿Porque habría de darme pena?, ella es la niña que yo realmente quiero.
-No repitas eso, tú te casarás con Carmen en 4 años diste tu palabra.-le reclamó su madre.
-Lo sé y lo pienso cumplir, pero mientras tanto soy libre y nada me impide estar con ella el tiempo que me queda.
- Te has vuelto loco, deshonraras a la familia si haces eso- su padre lo regaño
-No me importa el “honor familiar”
-Mira ya como esta, te imaginas que hubiera pasado si Carmen no nos hubiera dicho a tiempo o si no hubiera ido a hablar con el padre de esa niña- dijo su madre
  “Así que fue Carmen la que contó todo” pensó, mientras pensaba como arreglarlo
-Por eso, te vas a ir a estudiar al extranjero con Carmen en una semana, se irán por 4 años y regresarán simplemente para casarse, asunto arreglado- mencionó su papá
-Pero por que, no me pueden obligar- su padre alzó la mano en señal de que lo iba a golpear pero su madre lo detuvo y habló.
-Claro que podemos porque bien somos tus padres y te hemos criado bajo normas que se respetan, ya te puedes retirar.
    2 semanas era muy poco tiempo, ese día, aunque se moría de pena fue a pedirle un consejo a Bianca quién después, aun más vergonzoso, lo hizo entrar en una joyería para que le comprase algo especial. Por la noche, después de descubrir la dirección, subió por la ventana y comenzó a tocarla, hasta que Amy abrió el ventanal de su habitación.
-¿Qué es lo que quieres?-preguntó
-Arreglar las cosas- le contestó
-Demasiado tarde, debo decirte que yo también me acabo de comprometer- dijo Amy, y ambos sintieron un dolor horrible al oír esas palabras y ambos irónicamente lo suprimieron.
-No me importa, yo te quiero a ti, y sé que tú también me quieres, podrás casarte 100 o 1000 veces pero siempre me llevaras en el pensamiento.
-¿Y qué? eso ya no importa ahora
-Te quiero
-No es suficiente
-¿Porque no?
-No son las palabras adecuadas, así nunca conseguirás mi perdón
-Entonces ¿Qué quieres oír?
-Ni si quiera eso puedes saber de mi, solo quiero oí 2 palabras, que significan amor eterno, lo que cualquiera quiere oír en algún momento de su vida.
-¿Cuáles?
-¿Lo ves?, ni siquiera sabes cuales son y eso que solo son 2, solo vete de mi casa ahora.
-No espera, yo-yo te-te amo-titubeo al decir esas palabras pero al parecer era lo que Amy quería
-Eso es suficiente- le dijo, y correo a abrazarlo, a llorar- no quiero casarme, no quiero.
-Yo tampoco, por eso he venido a entregarte esto- tomó algo en su mano luego le rodeo el cuello y abrocho aquel objeto brillante
-¿Qué es esto?
-Es un collar, es una clave de sol porque sé que te gusta mucho la música de piano, mis padres no quieren que este contigo, Carmen fue la que les dijo y ahora me obligaran a irme a estudiar con ella en el extranjero por 4 años, se que es demasiado pero debo hacerlo, por eso he venido a dártelo y a pedirte que no te lo quites, porque si lo haces será una señal de que has dejado de quererme ¿de acuerdo?
-Te prometo que nunca me lo voy a quitar, pero antes- Amy fue a su tocador y sacó de su alhajero un anillo y una cadena de plata- este anillo era de mi madre y la cadena la cosa con mayor valor material que es mío -hizo un collar con él y se lo puso- Tampoco te lo quites porque significara lo mismo que me acabas de decir, pero ya es hora de que te vayas.
-Muy bien, hasta mañana
      Después de esa noche, comenzaron a verse a escondidas, a enviarse cartas y regalos, pero algo malo pasó, Carmen y Jacobo encontraron ambos aquellas cartas y con malicia Carmen Susurro: “Ya es más de media noche Cinderella” y así vez Jacobo pensaba: “Es hora de tomar el veneno Romeo” y aquellas cartas se volvieron ceniza, Carmen logro hacer que adelantaran el viaje y Adrián debía irse con ella en 2 días en lugar de la semana que faltaba.
     Un día antes, en la entrada del colegio Amy apareció y estaba a punto de entrar.
-Amy ¿A dónde vas?
-Debemos entrar a la escuela Adrián
-Huyamos juntos
-¿Ah?
-Solo por hoy, ven- le tomó la mano y llegaron a un bosque donde recostados pasaron la tarde viendo las nubes.
     En la noche antes de irse, Adrián fue a ver por última vez a Amy antes de irse, pensaba despertarla pero no quería perturbar el sueño tan dulce que tenía, entró en silencio, dejó una carta en la mesa de noche y se despidió con un tierno beso.
Al día siguiente Amy encontró la carta que decía:
 Amy:
Con esta última carta me despido de ti, quería despertarte y decírtelo con palabras, pero verte ahí durmiendo tan pacíficamente, no quería perturbarte con una despedida dolorosa.
     No te dije antes que me iba a ir tan pronto, se que te dije 2 semanas y aun faltaba una pero Carmen, no sé cómo logró adelantarlo. Quiero agradecerte por este tiempo, aunque corto, pero que considerare el mejor de mi vida, no llores mi angelito como siempre te digo, porque he de suponer que lo estás haciendo en este momento, yo volveré y buscaré la forma para estar juntos de nuevo, recuerda no quitarte el collar con el que me juraste amor eterno, ya que yo no me quitaré el mío, porque si lo haces entonces significa que has dejado de amarme y yo tendré que resignarme.
      Gracias por compartir este tiempo tan pequeño tu vida conmigo, y si algo más fuerte que yo nos separa, y no nos volvemos a ver recuerda que siempre estás en mi pensamiento.     Adiós mi Cinderella descalza.
                                                                                                                                ATTE: Adrián
Amy así como dijo la carta comenzó a llorar mojando de lágrimas el papel que dejo doblado sobre su mesa y partió al colegio sintiendo la ausencia de la banca vacía a su lado. Regresando, no sabía que su promesa de amor iba a ser rota.
-Amy, ¿Quién te dio ese collar?- Le dijo su padre
-Es de Bianca, me lo ha prestado
-Menos mal, pensé que era algo así como un juramento de amor- dijo mientras en sus dedos se deslizaba la última carta
-Dámela por favor papá- Gritó Amy desesperaba al ver uno de sus últimos recuerdos siendo rasgado por los dedos de su padre
-Lo siento Amy esto es por tu bien y se cuanto te duele- luego de eso fue y arranco del cuello aquel collar para irlo a lanzar al lago más cercano, donde intento buscarlo pero nunca apareció.
    Aquellos 4 años fueron muy tardados, eternos, pero al fin pasaròn y Adriàn por fin estuvo de regreso, aun tenia el collar, como lo prometìo y lo ùnico que morìa por ver era si Amy aun tenìa el suyo, pero no estaba en casa ni en ninguna parte, la busco por todo el lugar, hasta que la vio en el centro con Jacobo, su prometido entrgando invitaciones para su boda, se desepcionò muchisimo, al no ver aquel collar. Lo peor vino cuando se enterò que serìan bodas simultaneas, en el mismo, lugar, en la misma, hora, diferentes parejas claro esta, y solo faltaban 3 dìas pero al parecer debìa cumplir con su promesa de resignarse, pero una noche antes de la boda, fue a despedirse definitivamente, tocò la ventana y no necesito màs de 2 toques para que esta se abriera. Amy lo abrazo y le platico lo del collar. Driàn tambièn se solto a llorar pero de alegrìa y en ese imstante le propuso escapar de una vez, era el momento decisivo si o no y fue cuando Amy cayò a sus brazos y ambos bajaron por la ventana, no sin antes dejar su carta de despedida, pero de una forma muy peculiar, este fue el escrito, en si decìan lo mismo.
Papà (como te solìa decir):
Asì me voy a despedir de ti, no tengoel valor de hacerlo cara cara, solo quiero que sepas que te estoy muy agradecida por todo lo que hiciste este tiempo por mi, por acojerme cuando era niña, y por darme todo lo que no me merecìa.
     Quiero decirte, que habra cambios para mañana, no me pienso casar con Jacobo porque Adriàn es a quiè yo quiero, me voy con el hombre que amo osea Adriàn, no me busques porque no me encontraras, no esperes noticias porque no las recibiras y no me esperes volver a ver porque eso no pasarà me ire a un lugar donde nadie nos conosca.
      Perdoname, se que me entiendes, y disvulpate de mi parte con los invitados, con Jacobo, y con su familia, por que se que lo vas a ser me tomò la osadìa de atrevrte a llamar EL MEJOR PAPÀ DEL MUNDO.   Hasta nunca.

Estimados padres:
Con esto hago de su informaciònque por nada del mundo me iba a casar con Carmen, poruqe simpplemente la mujer que yo quiero desde que era un inmaduro siempre ha sido Amy, y lo seguira siendo por el resto de mi vida.
     Ah si, Diganle a Carmen que no se acompleje por esto y que solo lo considere como una oportunidad màs para encontrar el amor verdadero como yo lo hicè, y que ademàs tuve el placer de conocerlo a una muy temprana edad, nunca fueron los mejores padres porque me daban todo y a la vez nada pero aun asì les agradesco todo lo que hicieron por mi desde que nacì,.
    Olvidaba el punto importantè por el que escibo esta carta, si la estan leyendo, piensen que estoy rn camino de la felicidadd. Nos vemos, aunque lo dudo mucho, si me llegan algùn dìa a encontrar recuerden que les estoy eternamente agradecido. 
 P.D: Se me olvidaba, nunca olviden que lo imposible no existe y que el destino aun no esta escrito.
    La carta de Amy aparecio en frente de su casa adentro del anillo Que le habìa dado a Adrìan y la carta de este, apareciò en las escaleras adentro de uno de los zapatos de Amy.
   Como las cartas decìan, no se supo que paso con ellos, Carmen y Jacobo se enamoraròn y casaròn, lo mismo paso con Juan Pablo y Bianca, y se dice que muy, muy lejos en otro paìs, se encuentra una familia feliz, de dos personas que escaparon de su realidad y volvieron a reescribir su furturo, a y que ademàs rompieron la regla de todo cuento de amor, pero si en sus cartas aparecia:

ATTE:  ROMEO Y CINDERELLA



                                                                                     


"Blog de Fic´s"

Bueno pues este es uno de mis primeros blogs, así que¡Bienvenidos!, pues se que piensan que ya hay muchos blogs de este tipo, de fanficción pero pienso hacer este un tanto epecial y algo diferente a los demás, pues en este que es mi blog pienso poner varios generos, no importa la idea, voy a ir subiendo los mis y los de las demás personas, recuerden aque si tienen alguno que consideren interesante mandenmelo a mi correo kiyomi.kinomoto98@hotmail.com si quieren que lo suba y compartir sus ideas también,o quieza una historia de su autoria.
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